OMS mantiene el COVID como emergencia de salud pública internacional
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La OMS alerta de que el COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional, porque desde diciembre el número de muertes notificadas ha aumentado, contabilizándose 170.000 fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido mantener la pandemia por COVID-19 como emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC por sus siglas en inglés) después de que los expertos del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI – 2005) hayan elaborado un informe en el que así lo recomiendan, tras reunirse por decimocuarta vez el pasado 27 de enero. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha afirmado que está de acuerdo con esta decisión porque considera que la infección por SARS-CoV-2 continúa siendo una amenaza sanitaria a nivel global.
El director de la organización, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha recordado que la situación actual es mucho mejor ahora que hace un año cuando la variante ómicron estaba en un momento álgido, pero ha advertido que desde principios de diciembre han aumentado las muertes notificadas, y que solo en las últimas ocho semanas fallecieron más de 170.000 personas a consecuencia de la infección. “Y eso son sólo las muertes notificadas; sabemos que la cifra real es mucho mayor», ha concluido el máximo mandatario de la OMS.
El Comité ha advertido que “se necesitan medidas de salud pública a largo plazo” porque se espera que el coronavirus no desaparezca en un futuro inmediato y considera que el COVID-19 es una “enfermedad infecciosa peligrosa” que puede tener graves consecuencias para la salud de las personas y para los sistemas sanitarios de los países. “Si bien la eliminación de este virus de los reservorios humanos y animales es muy poco probable, la mitigación de su impacto devastador en la morbilidad y la mortalidad es factible y debe seguir siendo un objetivo prioritario”, indica el informe.
Los expertos que integran este Comité estiman que la pandemia se encuentra en una fase de transición, por lo que es probable que en unos meses termine el nivel de alarma, pero, aunque reconocen que ya no fallecen tantas personas por COVID, consideran que el hecho de que estén circulando nuevas variantes del coronavirus –‘Perro del infierno’, B.Q.1, XBB.1.5 o Kraken…– que son más contagiosas puede tener un gran impacto sanitario.
Convivir con el virus y pasar de emergencia a normalidad
La relajación de la mayor parte de las medidas preventivas para controlar la propagación del virus en todo el mundo ha contribuido a un repunte de los contagios en algunos países, como ha ocurrido en China que, tras abandonar la política COVID cero en diciembre del año pasado, ha experimentado un significativo incremento de hospitalizaciones y muertes, aunque parece que las infecciones están disminuyendo.
Por ello, entre las iniciativas previstas por la OMS, Tedros incluyó vacunar al 100% de los grupos de mayor riesgo, aumentar el alcance de las pruebas y el uso anticipado de medicamentos antivirales, adoptar medidas específicas para cada contexto cuando se produzca un aumento de los casos, mantener y ampliar las redes de laboratorios y luchar contra la desinformación.